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BERLÍN.- Científicos de la Universidad de Magdeburgo, en Alemania, han logrado sintetizar en el laboratorio una sustancia con alto potencial anticancerígeno llamada Disorazol Z1. Este compuesto, producido naturalmente por ciertas bacterias, tiene la capacidad de destruir células tumorales con una eficacia excepcional.

El Disorazol Z1 es uno de los agentes más potentes en términos de citotoxicidad, es decir, puede impedir la división celular y eliminar células dañadas. Sin embargo, su obtención en la naturaleza es extremadamente limitada, ya que se encuentra en concentraciones mínimas, principalmente en residuos orgánicos como el estiércol de cabra.

El equipo liderado por el químico Dieter Schinzer logró producir esta sustancia en laboratorio por primera vez, lo que representa un gran avance en su posible aplicación médica. Al sintetizar el compuesto, los investigadores pueden modificarlo para dirigir su acción exclusivamente a células cancerosas, minimizando el daño a las células sanas.

Si bien por ahora solo han fabricado pequeñas cantidades por razones de seguridad, el objetivo es desarrollar una versión optimizada para su uso clínico. En colaboración con socios industriales, los investigadores buscan convertir esta sustancia en una terapia efectiva contra distintos tipos de cáncer.

Este hallazgo abre la puerta a nuevos tratamientos más precisos y menos invasivos, ofreciendo una esperanza para mejorar las opciones terapéuticas en la lucha contra esta enfermedad.